Cirugía de presbicia

La presbicia o vista cansada es un problema refractivo que se produce cuando el cristalino (la lente natural del ojo) pierde parte de su capacidad de enfoque debido al paso del tiempo.

Comienza a aparecer a partir de los 40-45 años y los síntomas son visión borrosa cercana, necesidad de mayor iluminación…

Podemos tratarla dos técnicas, la cirugía corneal (PresbyLasik) o la cirugía con lentes intraoculares.

En este caso utilizamos una tecnología de última generación para realizar, según la dominancia ocular, ablaciones con láser para obtener buenas visiones, tanto cercana como lejana.

Colocamos gotas anestésicas en tu ojo para que no sientas dolor. También usamos un pequeño dispositivo para mantener el ojo abierto y evitar que parpadees durante la cirugía.

Utilizamos un láser o un instrumento especializado para crear un colgajo muy fino en la capa externa de la córnea. Este colgajo se levanta para acceder a la parte más interna de la córnea.

Aquí es donde ocurre la magia. Usamos un láser de alta precisión para eliminar una cantidad minúscula de tejido de la córnea. Esto cambia su forma, ajustándola para corregir el problema de refracción que tengas.

Una vez que la córnea ha sido remodelada, volvemos a colocar el colgajo en su lugar. Se adhiere por sí solo sin necesidad de puntos.

Es similar a la cirugía de cataratas variando el tipo de lente intraocular, utilizando lentes intraoculares de última generación.

Colocamos gotas anestésicas en tu ojo para que esté completamente adormecido. También usamos gotas para dilatar la pupila, lo que nos facilita trabajar en tu cristalino.

Hacemos una incisión muy pequeña, de apenas unos milímetros, en la parte frontal del ojo.

Usamos una tecnología llamada facoemulsificación, que utiliza ultrasonido para deshacer el cristalino opaco en pedacitos pequeños.

Succionamos cuidadosamente los fragmentos del cristalino nublado.

Insertamos el lente intraocular, que se pliega para pasar por la incisión y se despliega dentro del ojo, colocándose en la posición exacta donde estaba tu cristalino original.

La incisión es tan pequeña que no requiere puntos, ya que se cierra sola. Después de la cirugía, te daremos un protector ocular y gotas para prevenir infecciones y facilitar la recuperación. La cirugía de catarata tiene un alto índice de éxito, y para la mayoría de las personas, mejora significativamente la calidad de vida.