Cirugía de córnea

La cirugía de córnea es un procedimiento que realizamos para tratar problemas en la parte transparente del ojo, que es la «ventana» que permite que la luz entre y enfoque correctamente. Si la córnea está dañada, opaca o deformada, puede afectar tu visión. El objetivo de esta cirugía es restaurar la claridad y la forma de la córnea para mejorar tu capacidad de ver. Existen varios tipos de cirugía de córnea, y elegimos la más adecuada según tu caso específico.

Cuando la córnea tiene forma irregular o se adelgaza.

Por infecciones, traumatismos o enfermedades.

Enfermedades hereditarias que afectan la transparencia de la córnea.

Acumulación de líquido que causa hinchazón y visión borrosa.

Este es el procedimiento más común. Reemplazamos una parte o toda tu córnea dañada con tejido donado sano.
Hay dos tipos principales:

• Queratoplastia penetrante (total): reemplazamos toda la capa de la córnea. Este procedimiento se realiza cuando el daño afecta todas las capas.
• Queratoplastia lamelar (parcial): reemplazamos solo las capas dañadas de la córnea, manteniendo las sanas. Esto puede ser más rápido para la recuperación.

Este es un tipo de trasplante parcial donde sustituimos únicamente la capa más interna de la córnea (el endotelio), que suele estar dañada en condiciones como el edema corneal. Es una técnica más moderna, con menos riesgo y recuperación más rápida.

En casos de queratocono o córneas debilitadas, este procedimiento refuerza las fibras de la córnea mediante una combinación de gotas de riboflavina (vitamina B2) y luz ultravioleta. No reemplaza la córnea, pero evita que el problema empeore.

En el queratocono u otras deformidades, colocamos pequeños anillos dentro de la córnea para mejorar su forma y reducir la necesidad de trasplantes.

Se utiliza anestesia local (con gotas) o general, dependiendo del caso. No sentirás dolor durante el procedimiento.

La duración varía según el tipo de cirugía, pero puede durar entre 30 minutos y 2 horas. Utilizamos tecnología de alta precisión para realizar el procedimiento.

Te cubrimos el ojo con un protector y te damos medicamentos en gotas para prevenir infecciones, reducir la inflamación y promover la cicatrización.

La visión puede estar borrosa al principio y mejorar progresivamente. En algunos casos, la recuperación completa puede tardar semanas o meses.

• Es fundamental que sigas las instrucciones postoperatorias y acudas a tus controles para asegurar que la córnea está sanando correctamente.
• En el caso de un trasplante, puede haber riesgo de rechazo, pero monitorizamos de cerca cualquier signo para tratarlo rápidamente.

La cirugía de córnea es segura y tiene un alto índice de éxito. Sin embargo, como cualquier cirugía, hay riesgos, como infecciones, cicatrización anormal o rechazo del trasplante. Elegimos el mejor tratamiento para minimizar estos riesgos y mejorar tu calidad de vida.